Me desperté como todos los lunes para ir a terapia. Como todas las mañanas, me costó abrir los ojos, despertarme y salir de la cama.
Fue una de esas sesiones fuertes, movilizantes.
Hace 2 años y medio que me analizo y debo reconocer que me sigue sorprendiendo la capacidad que tiene mi analista para desarmar con 2 palabras, con una pregunta, todo el castillo que mi neurosis armó.
No hizo falta mucho. Unos simples comentarios. Pero suficientes para mostrarme que a pesar de haber superado ciertos mecanismos, aún hoy le sigo buscando la quinta pata al gato.
Lo bueno es que ese espacio me sirve para ver que el gato tiene 4 patas.
Entonces ya no es lo que puede salir mal lo que me preocupa. Sino sentir que me autosaboteo, y que muchas veces soy mi peor enemigo.
Cosas que me costaron años conseguir, esfuerzo, sacrificio...llegado el momento de ponerlas en práctica me congelo por miedo a fracasar. Y necesito de algún empujoncito de mi entorno para animarme.
Pero a la vez, pude rescatar que estas trabas ya no están presentes en TODOS los ámbitos de mi vida, en todas sus facetas, y eso me puso contento. Aspectos que me costaban muchísimo hoy ya no me cuestan tanto.
Estoy empezando una nueva etapa, y realmente estoy empezando de cero. Con dificultades que me exceden a mí.
Supongo que se trata de tener paciencia, de poner la garra que siempre le pongo a todo lo que hago. Y de esperar el tiempo de cosecha, para cosechar lo que sembré
Hace 1 año.
