A veces me sigue sorprendiendo la velocidad a la q puede funcionar mi cabeza...
Hay determinados temas que en el instante en el que aparecen en mi mente, comienza una asociación interminable de ideas...
Aparecen momentos, imágenes, ideas que se van encadenando unas a otras...
Muchas veces esto me termina llevando por un buen camino...
Con resultados excelentes...
Pero otras veces...termino con mi mente en un callejón sin salida, con ideas que se golpean una y otra vez contra una pared invisible...
Llego a un punto donde parezco encerrado en mis propios abismos...
Lo más peligroso de todo, no es estar al borde del abismo...
Sino que no hay vuelta atrás...
Quedo suspendido en ese instante en el que ya no hay retorno...
Quiero mirar atrás, para ver dónde es que confundí el camino en mis pensamientos...
Pero no lo logro...y quedo ahí, duro, estático...sin saber cómo llegué allí, y pero aún, sin saber cómo salir...
Lo mismo me pasa en otros ámbitos de la vida...
Todo dentro de mi mente...
Me cuesta mucho encontrar ciertos "grises"...
Y ante determinadas situaciones, aunque no lo quiera, me manejo con blancos y negros...
Por momentos soy el hombre más soñador con el que se puedan cruzar...
Con ideas, planes, proyectos...pero siempre en grande...
Por momentos, me siento lo más ínfimo...congelado, tieso, sin saber por dónde empezar...
Y me cuesta aceptar que uno puede pensar en grande...pero a la vez ir paso por paso...
Entender que puedo pensar en grande...pero conociendo mis limitaciones...y aceptando que enfrentar situaciones difíciles no necesariamente es el fin del mundo...
Es increíble lo que pasa cuando intento cotejar todo lo que hay en mi cabeza con lo que hay en la realidad...
Ahí es cuando veo a la velocidad a la q puede llegar a trabajar la muy guacha...
Mi cabeza imagina 25 situaciones distintas...25 resoluciones frente a una situación...
Y llegado el momento...en realidad la situación nunca existió más q en mi mente...
Y todo...todo fue pura imaginación...producto del pensamiento...
Como alguna vez escribió Milan Kundera:
"A pesar de mi escepticismo me ha quedado algo de superstición. Por ejemplo esta extraña convicción de que todas las historias que en la vida ocurren tienen además un sentido, significan algo. Que la vida, con su propia historia dice algo sobre sí misma, que nos devela gradualmente alguno de sus secretos, que está ante nosotros como un acertijo que es necesario resolver. Que las historias que en nuestra vida vivimos son la mitología de esa vida, y que en esa mitología está la clave de la verdad y del secreto. Que es una ficción? Es posible, es incluso probable, pero no soy capaz de librarme de esta necesidad de descifrar permanentemente mi propia vida."
Y bue...seguiré luchando con mi propia naturaleza, no? :o)